Por Luis Fernando Andrade, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura-ANI, para el diario La República.

El desarrollo de la infraestructura de todos los países es un factor fundamental para su competitividad. Empresas pequeñas, medianas o grandes y personas que necesitan movilizarse de manera rápida y segura para negocios o turismo, necesitan de una infraestructura eficiente.

Colombia cuenta con una red vial que va a ser ampliada y modernizada. Por décadas, la falta de una robusta y sostenida inversión ha ampliado la brecha en infraestructura frente a países de igual o incluso menor nivel de desarrollo que el nuestro. El indice de desarrollo logístico del Banco Mundial nos ubica en el puesto 18 en América Latina. Solo estamos por encima de Honduras, Bolivia, Guayana, Haití y Cuba. Eso perjudica una contínua y eficiente conectividad entre las más grandes ciudades con los centros de producción y consumo, las fronteras y las zonas portuarias.

El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos lanzó en el 2011 el más ambicioso programa de modernización de infraestructura en la historia del país: La Cuarta Generación de Nuevas Autopistas. Se trata de un programa para intervenir más de 7.000 kilómetros de vías, con inversiones por unos 50 billones de pesos en más de 40 proyectos que impulsarán la creación de 400.000. En paralelo, estamos recuperando los principales corredores férreos y el río Magdalena para crear un eficiente sistema multi-modal.

La economía y la competitividad se verán enormemente beneficiadas. Hoy, los costos logísticos pueden representar entre un 15% y 20% del costo total de producir en Colombia. Se ha calculado que la reducción en el tiempo de desplazamiento con la Cuarta Generación alcanza un 30 por ciento en promedio, mientras que los costos de operación vehicular se reducen en un 20 por ciento, con carreteras mejor diseñadas, nuevas segundas calzadas, túneles y viaductos. Eso es ganancia para competir en el comercio internacional. Al reducir los costos logísticos en esta proporción, estimamos que las exportaciones podrían crecer entre un 5% y 10%.

También se mejorará la competitividad y la industrialización de los sectores íntimamente relacionados con la construcción de infraestructura vial, como los de tecnología de asfalto, la cadena de valor del concreto y aceros (intervención de 1300 viaductos y túneles); la gestión y avance tecnológico de la seguridad vial y la automatización de las operaciones de 135 túneles viales, entre muchos otros.

Es un verdadero encadenamiento productivo. Se ha estimado que la producción de tecnología de  asfaltos se expandirá en más de 12 millones de m3; la de concreto en más de 12 millones de m3; la de acero para obras especiales en casi un millón de toneladas; la de instalar geo mallas y geosintéticos en más de 44 millones de m2. Tabién se requerirá la preparación de 18 mil toneladas de explosivos de alto rendimiento, así como 70 millones de toneladas de agregados pétreos.

Estamos muy satisfechos con el avance de este programa, cuya ejecución se está acelerando bajo el liderazgo del Vice-Presidente Germán Vargas y la Ministra Natalia Abello.  Estamos construyendo el nuevo país con que soñamos.

En este enlace puede ver la publicación en el periódico La República del día viernes 29 de mayo de 2015: http://ow.ly/NCNZN