El control interno puede considerarse eficaz en cada una de las tres categorías, respectivamente, si la dirección tiene seguridad razonable de que:
- Conocen en qué medida se están alcanzando los objetivos operacionales de la
entidad.
- Los estados financieros públicos se han preparado en forma fiable y se está
siendo transparente a la hora de rendir cuentas.
- Se están cumpliendo las leyes y normas que le son aplicables a la unidad.