• La vía, que es concesionada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), ha sido fundamental para el transporte de los productos que los agricultores producen en el nororiente del país.​
• Gracias al trabajo promovido por el Gobierno nacional, la Asociación de Cebolleros de los Santanderes ha mantenido la producción y distribución de cebolla junca beneficiando a 1.300 familias de la región.

Santander, 11 de julio de 2020 (@ANI_Colombia). Gruesas ruanas ayudan a Nany Bárcenas y a William Pulido, una pareja de esposos, a protegerse del intenso frío que se siente en las primeras horas de la mañana en el corregimiento de Berlín, municipio de Tona (Santander) y el cual está ubicado a 3.100 metros de altura sobre el nivel del mar.

A las 6:30 de la mañana, la joven pareja de agricultores comienza a recibir en su finca a los trabajadores que los apoyan en la labor de sembrar y recoger cebolla, en una zona que es reconocida por ser la segunda productora más grande del país.

“Ellos nos ayudan a arrancar la cebolla, a regarla, a fumigarla y a empacarla. La jornada termina a las cinco de la tarde”, afirmó Nany, quien tiene 33 años de edad e integra también la Asociación de Cebolleros de los Santanderes. Los lunes, miércoles y viernes, la jornada comienza a las tres de la mañana, cuando los compradores llegan a las fincas en sus vehículos para recoger el producto y llevarlo para su distribución y venta. 

Es en este punto de la cadena de abastecimiento, el proyecto Bucaramanga- Pamplona, que es concesionado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), se convierte en un elemento fundamental para el transporte del producto, pues conecta el centro del país con el oriente y la Costa Atlántica.

“Los distribuidores se encargan de llevar la cebolla a Bucaramanga; algunos se van para Cúcuta, otros para Barranquilla y Santa Marta. La vía está en perfectas condiciones para llevar nuestro producto”, aseguró Nany.

La Asociación de Cebolleros cuenta con 1.108 integrantes y beneficia con sus ingresos a aproximadamente 1.300 familias, es decir, cerca de 6.000 personas, que viven de esta actividad en la región.

“A pesar de la pandemia, hemos seguido produciendo y no hemos tenido dificultades, claro está que conservando las medidas de bioseguridad en el trabajo”, explicó William Pulido.

De acuerdo con el Vicepresidente de Planeación, Riesgos y Entorno de la ANI, Diego Morales, además de dinamizar la economía del país, la infraestructura concesionada de transporte genera grandes beneficios para las comunidades en áreas de influencia de los proyectos, pues facilita el transporte de todo tipo de producto o mercancía.

“Los proyectos en concesión a cargo de la ANI son económica, ambiental y socialmente sostenibles, transforman vidas, fomentan la inclusión y principalmente apoyan a las comunidades ubicadas en las zonas donde los proyectos tienen gran impacto”, precisó Morales.

El proyecto

La Concesión Autovía Bucaramanga – Pamplona, cuyo avance es del 6,5%, tiene como propósito reducir el tiempo de desplazamiento entre los municipios de los departamentos de Santander y Norte de Santander, pero también entre el centro del país y la frontera con Venezuela.

Con un alcance de 134 kilómetros y una inversión de 1,8 billones de pesos (cifra de 2018), la iniciativa contempla la construcción de 22 puentes, 11 kilómetros de terceros carriles, 15 kilómetros de calzada sencilla, 100 kilómetros de mejoramiento y la rehabilitación de 19 kilómetros.

Actualmente, 799 trabajadores han retomado sus labores en el proyecto, en el marco del plan de reactivación por la emergencia sanitaria a causa de la pandemia por el Covid-19.